Mis brazos te envolverán, mis manos cogerán las tuyas, siempre que lo necesites, amigo.
Secaré tus lagrimas avergonzadas, por no teneres mucho para regalar, pero olvida, tu incapacitad, de seres afortunado en dinero y tengas solo tu sueldo para vivir. Basta lo que eres, difícil ser así en esta época, donde la posición en la sociedad es lo que importa.
Tampoco yo tengo algo para regalar, solo mis sentimientos, mi manera de querer, seas lo que seas, desde un pastor, que sube al monte con sus ovejas, hasta el albañil, que con sus manos construye, las mansiones para los mas abastados. El interior es lo que cuenta, la bondad, la educación, la dulzura de las palabras, el bien estar con poco. Es lo que importa. Como yo haces la diferencia, por eso te quiero.
Estés donde estés, con las manos sucias de tierra, carbón, o hormigón, eres lo mejor que existe, eres más que muchos, que pasan en coches de gama alta, de trajes de marca, eres el ser humano en su plenitud. Dios andaba de sandalias con su traje viejo y es el dueño de todos nosotros y del mundo.
Tu, Amigo, eres de mi vida, de mi calma, de mis momentos felices, de mi bien estar. Recuerda que estarás en mi corazon siempre y que me acompañarás toda la vida y que cuando termine irán conmigo, es lo único que llevo. Como cojo el sol en mi piel y lo llevo a mi corazon, también tu caridad de seres mi amigo, allí estará.
¿Para quién escribo? Tú lo sabes, si lo miras, con tu alma y tu sentir, lo sé.
No soy de nadie, nadie es mío, solo la amistad que nos une.
Así, pasan los días, esperando que un día sin lagrimas avergonzadas, cojamos las manos y nuestros brazos se mesclen en un abrazo sin ser por necesidad, solo por queremos hacerlo. Ese día es el culminar de mis sueños, quizá infantiles y por eso inocentes.
Amigo, nunca dejes de ser lo que eres, nunca cambies, olvida las asperezas de los demás, los dos somos lo único que vale la pena, como agua en el desierto que es esta vida.
De tanto que he querido, de tanto que he soñado, restas tu y me llega. Gracias por todo.
Oporto, 16 de Marzo de 2012
Carminha Nieves