Las barcas suben,
las barcas bajan,
por las corrientes
las barcas van.
Dejan su estela,
de blanca espuma,
dejan sus huellas
en río y mar.
Y las corrientes
llevan las boyas,
que son balizas
de sus mazmorras.
Y las gaviotas
desde los cielos,
miradas altas,
vuelos de oteo,
pequeños peces,
peces heridos,
que van huyendo
de entre las redes,
fáciles presas
sin libertad.
Los pescadores
bogan y ríen
y arrastran redes
de superficie,
llenando espacios
con sus capturas.
Barcas que suben,
barcas que bajan
y se dirigen
hacia la orilla.
De presas llenas,
llenas de peces,
así lo expresan,
así lo afirman
con su sonrisa
y hundidas quillas.
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