Beber a sorbos las tardes
en que tu recuerdo vestía mis ojos y
construia fortalezas de goteras incesantes...
Lanzarme al abismo y
cuantificar tu ausencia por rasguños.
Ensayar nuestros encuentros
cuidando cada costura.
Y cuando la sequia se presenta
en pañuelos olorosos
...los acerco...
y es allí, cuando el viento te acerca
Pero no me reconoces.