La noche siempre nos lleva al mar:
Porque nos soñó juntos y desnudos,
como un destello
junto al mar del tiempo.
En donde tu sexo flechero
gira dispuesto a todo
más allá de los blancos de la niebla,
más allá de los cetros del relámpago,
más allá de los mundos de mis labios
aferrados a la sed que no cesa…
Mujer de arena recorriendo
el sudor de tus orillas
que crecen y crecen,
¡falo de todo el aire!
¡Ah, cuánto asombro aleteando
a media y media sombra!
Apenas sumergida
en la tormenta
que me disfraza y me susurra,
con cada silencio doble
al final de la noche.
¡Trazos a media luz
cruzando el alba
continua de mi boca!