No hay nada más hermoso
que una rosa y sus espinas,
pues representan cada instante
de nuestro existir.
Un existir vulnerable
A las espinas de los problemas
El desamor y el rencor;
se clavan en nuestro ser
como las aspas de
una rosa fresca
Son esas rosas las que valen la pena
y las que llenan nuestra vida,
de adrenalina .
Con su resplandeciente y rojo color de sangre,
sangre toxica y ardiente
como los labios de una doncella
Esos labios que invaden mis sueños
Y trastornan mi mente, que clama por su presencia …
Quiero que este a mi lado
para así poder perderme en esos ojos color de mar
Sus ojos, que aceleran mi palpitar
Y encienden mi corazón agobiado del desencanto
De ese mundo putrefacto