Cuando miro el horizonte fijo,
ese cielo azul que separa el mar,
cielo, y mar se unen con embeleso,
rompiendo las olas con furia,
nos encerramos y no logramos ver,
la hermosura resplandeciendo.
La libertad de nuestras almas,
las encerramos, por nuestros tabúes,
que inculcan con denuedo,
eso es malo, no hagas eso,
Nuestras almas en un encierro,
dentro de miles desiertos,
en el mortal sin duda zaherimiento
que extremistas quitan los anhelos.
La Vida bendición de Dios,
dio libertad,y albedrío,
hay quienes asesinan, y confunden,
y dicen en el nombre de Dios,
sus culturas, largas vestiduras,
entregan a sus hijas en harén,
encerrando, sus cuerpos ,sus almas
que sufren, como esclava fiel.
Jesus es verbo, no sustantibo.