En mis sábanas calientes
me retuerzo moribunda
de las ganas acalladas,
de las ganas de tenerte.
En mis sábanas calientes
la abstinencia se hace nido
y mis manos en la almohada
un deseo aprietan fuerte.
En mis sábanas calientes
mi boca hecha delirio
balbucea algún gemido
engañada por la mente.
En mis sábanas calientes
te desnudo a fantasías
y mi piel vuelve a la vida
ilusa y decadente.