El dolor de tu partida…
Cuando mi vientre era aun esteril
Sin fruto de amor…
Abriste la ruta a mi existir
Se hizo real la palabra madre
Ese caudal inagotable
de la ternura y la fragilidad
a mi Corazón vino a morar
Me asustó la idea
De la encomienda fallar
De no saberte guiar
de que crecieras…
de que el sufrimiento
de la vida y los peligros
de este mundo te pudiesen
tan siquiera tocar…
Hija amada, mi princesita
Cobró sentido la dulce palabra
La misión sagrada de la maternidad
Y le pedí al Señor del cielo
que te cuidara… Que te protegiera,
Que no te dejara sucumbir a la maldad
Y hoy regresas a la eternidad…
Eres mi niña bonita…
pedazo de mi alma
espejo en el cual me podia mirar
llenaste mi existencia
de juegos y risas
de esa bendición
de tu presencia
de esa arrolladora personalidad
de un angelito nos vino a visitar…
Y me regalastes días
De satisfaccion
De alegrías
De sobresaltos
De anécdotas vividas
Que jamás se podran borrar
Sólo te digo que el dolor de tu partida
Le entrego a mi Dios para que lo pueda sanar
Como poder tan solo vivir un día más
sin poderte tocar, abrazar
sin verte del trabajo y la escuela regresar
sin apretarte fuerte junto a mi pecho
sin llegar al fin del día a mi lecho
despues de un beso que te pudiese entregar
dejar solo mi cuerpo reposar
Hija de mi alma
Hija adorada…
Las lágrimas no secarán
Tu vocecita siempre estará
tus dedos diestros me peinarán
me ayudaras a vestir… a combinar
cuando triste esté me interrogarás
¿Mami… todo está bien…
Cómo fue tu día en el trabajo?
y me dirás que aquí estarás
El dolor de tu partida
No se disipará
Sólo se adormecerá
Y un poco tal vez mitigará
Amada mía… dulce princesa
Lydianny adorada
En mi alma..y pensamientos
Siempre estarás…
Tu mamita… Carmen Lidia Feliciano