Con la luna en las alturas, mística, alcahueta…! Noche de poesía pura ¡
Oscuridad libidinosa, cachonda… que nos invitaba a desnudarnos sin pudor,
Como viviendo dentro de un poema mágico y frenético,
La creación a nuestros pies, los arboles bailando al compa del viento, cerros, tierra, agua… una flor
¡ y el mejor de los besos¡ todavía puedo sentir el sabor de sus besos cuando cierro los ojos,
y la electricidad que se despierta en mi torrente de vida, cuando se unen nuestros labios,
Su aroma, el mío y la naturaleza una mescla perfecta, que hacían brotar de nuestro ser aquella pasión reprimida,
Y escondida entre cerros y arboles, mágica tinaja, fuente colmada del húmedo elemento,
y alborotados nuestros cuerpos, el corazón parecía salirse de mi pecho,
ardían su sangre y la mía, mis pezones endurecidos y su virilidad al descubierto…
¡ un torbellino de pasión desatada !
El silencio de la noche, sus suspiros, mis gemidos, su sexo y el mío,
Y el agua alborotada en aquel tazón, la balada perfecta para el amor,
¡Nos amamos una y otra vez! Hasta perder los sentidos, hasta embriagarnos de amor
La canción de nuestros cuerpos, enamorados, deseosos, excitados, insaciables, sedientos
Encuentro sublime, místico, deseado…
“Nos faltaba noche…nos faltaban lunas…nos faltaba tiempo…
y nos sobraba el deseo, el arrebato, la pasión, el desvelo,
Mística noche de amor, místico lugar, místico tu beso,
Místico deseo, místico amor mío…hasta nuestro próximo encuentro…”
Doris Co