Cuando llegue septiembre no añoraré
el dulce olor a ti por la mañana.
La luna que se va por la ventana
no parece ya un refugio de perlé.
La rapaz y rota prosa que empecé
no esconde ni la sed, ni la desgana
de intentar volver a la tramontana,
de las noches que acaban en cabaré.
Cuando llegue septiembre, no me esperes
ni sentada ni colgada en la pared,
¡Ya estoy roto de tanto sobresiembre!
Aunque las noches sin ti sean alfileres
e intente caer otra vez en tu red,
ya no estaré cuando llegue septiembre.
Dani Sánchez
"Cuando llegue septiembre"
pd: escrita hace mucho tiempo, aunque nunca me atreví a subirla hasta ahora, que la encontré en un cuaderno con tachones.