Oscilaba mi pensamiento
por doquier, del aquí al allá.
Mi mente se desvanecía,
en el azul oscuridad.
Con mis ojos turbios y miopes
visualice una luz, lejana,
con la curiosidad felina,
me lancé, con prisa, en su búsqueda.
entre el cabecear, en los brazos
de morfeo, logré alcanzar
la luz desvelante, de tus ojos,
la alegría de tu sonrisa.
También la triste amargura,
del finalizar de un sueño,
que repetiría con dulzura
si afirmaras que no tienes dueño.
Nilo Ramos