El día amanecio gris
y los sentidos; que obtusos
agudizan los detalles grises
del instante por una cara.
La otra cara se encuentra
el orgullo sin poder posar
para la tristeza. Ella se ha ido.
Todo se va de instante a instante
hasta llegar a un transfinito.
Debería ser enemigo la vida del tiempo,
tiempo roto que aún no consigue olvidar
la sensación de ser tiempo. Sólo la materia gris
de la vida es tiempo. Yo soy tiempo si ella
se ha ido.
Todo se va sin ella bajo el vestido
en disfraz de lo que no otorga
sentido de ser.