Tengo una armadura,
negra
algo oxidada,
que sirve para sacar
recuerdos desde el alma,
¡si parecía Quijote,
conquistando esa amada!.
Que como dulce idea,
estaba en mí clavada.
Era blanca,pelo largo
algo condescendiente.
Vestía blusa brillante,
destacando dos torres
con un par de almenas
doradas.
donde me encuentro pensando
como poder conquistarla
y colocar en ellas
besos como guirnarlas.
La fuerza de la conviccion
está algo agotada
¡Por la guerra no conviene!.
La luna azul de la noche
entre álamos y nubes
me hizo calmar mi rabia
que en mis rincones paseaba