Él quería gozar cada una de sus noches...
Mujer tras mujer en su coche,
De caricias hacer mil derroches.
Él se dejaba llevar por su ego,
Cada tarde buscaba un juego.
Él creía que cada mañana
Despertaba con una chica diferente en la cama
Pero sabia perfectamente
Que en su corazón y su mente
Amanecía la niña que ama.
Sin siquiera percatarse que la mujer
Con la que se levantaba,
Con la que solo jugaba...
Siempre fue la misma; La Misma Que Lo Amaba !