Río de montaña
Torrente caudaloso de montaña
te nutres de neveros de las cimas
y brincan esas aguas con gran brío
en pos de la llanada, ahí te arrimas
en busca de otras aguas, y con maña
así juntas, formar ese gran río.
Rugen con poderío
las aguas virginales;
con crecidas anuales,
llegado el deshielo de las cumbres
que tienen blanqueadas sus techumbres,
después, ya en el estío veraniego,
sin perder sus costumbres,
menguadas son sus aguas, y sosiego.
© Eduardo González Cuartango
19/03/2012