Un joven a otro contaba:
mi padre dice que le vaya a ver,
no es que viva muy lejos
me molesta su forma de ser
sabes como son los viejos,
siempre cuentan lo mismo,
te tratan como a un niño,
y aunque parezca egoismo,
tanto trato de cariño,
no lo puedo comprender...
Y el amigo contestaba:
pues mi padre no es así
el pobre, no dice nada
¡ojalá lo tuviera aquí!
y no en la losa cerrada.
que importan sus rarezas,
ni su forma de ser,
daría la vida entera,
por volverlo a ver...
A ver si ahora lo entiendes,
el padre es como el amor,
que no le das mucho valor,
hasta el día que lo pierdes.
J.Plou