En una barca de rezos
salí a buscar a Dios,que
dicen, con su explendor,
es imposible ver.
Lo encontre pidiendo
una extrema caridad,
¡era tanta su fealdad!
En su bolsa nada había,
solo recogió rezos,
de una beata,groserías de un peón,
y mentiras del patron.
Lo ví en la flor del camino
del niño que en sus manos llevaba
para ofrecerla a la virgen,
que a su madre enferma sanará.
En la obediencia del mulato
vilo rogando un rato,
para conseguir sosiego,
por su color morado.
Y...lo encontré en la cruz,
sin saber que fué clavado
por señores igual que hoy,
recibiendo gracias sentados