Amado Padre, aún recuerdo aquél día
Cuando cumplí los once años
y egresé de la escuela primaria,
eso anunciaba el momento de la primer separación.
Pude ver tus ojos, inundados de lágrimas
y sin derramarlas me abrazaste
diciéndome que todo iba a estar bien,
no me soltabas de tu mano,
hasta que tuviste que irte
y yo quedarme allí,
donde iniciaba mi futuro
pero lejos, muy lejos de ti...
Pasaban los días, que se hacían eternos,
y por las noches, mirando las estrellas
pensaba en dónde estabas
y porqué no llegabas a verme,
en algún momento pensé
si te habías olvidado de mi.
Eran mediados de noviembre
cuando escuché mi nombre por el altavoz,
salí corriendo,bajando abrupta mente
sentía que el corazón se salía de mi pecho
y corrí,corrí desmesuradamente
cuando al fin llegué a la salita de espera te vi ahí,
también esperando nervioso
con una gran sonrisa en los labios,
Llegó, el anhelado abrazo
tantas cosas que platicar,
mis progresos, mis amigas,
y la tristeza de estar sin ti...
Pero tu siempre firme
y conteniendo tus deseos de llorar
me abrazaste y muy despacito me dijiste
\"-aguante mi niña algún día será licenciada.
y no te equivocaste padre mÍo,
todos mis logros los dedico a ti
que con tu gran sapiencia
me inculcaste el amor a los libros,
porque confiaste en mi,
y siempre me dijiste que era especial para ti.
¡La primera flor de tu jardín.!
Con amor infinito...Padre querido.
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Elizabeth Alejandra Castillo Mtz/Liaazhny