Cada día renace mi esperanza
de encontrar tu sonrisa de rocío,
para siempre dejó voraz vacío
el delito que impuso tu mudanza.
Pero el tiempo me inclina la balanza
con tinieblas de muerte sobre un río
o la fosa ilegal de un monte frío
con tus restos mortales… ¡Que añoranza!
Añoranza de verte regresar
a la vida real, no a mi memoria,
pues en ella tu imagen es eterna.
Por lo menos saber en que lugar
visitar tus cenizas de mortuoria
y poder despedir tu esencia tierna.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.