Comencé por el final
y no supe cuando fue el principio
en este insólito oficio
se desvanecio mi delirio.
Entre las aguas mansas descanse
y en las turbias me entregue,
cruce hasta sentir de nuevo el latido de tu corazón
mas no era el mismo cuerpo
el que yo rescate,
este pálido ser
ya muerto en la desdicha
ya no es mas una noticia.
Entre tanto los arboles murmuran
en las viejas tardes de marzo,
contemplado lo que dejo el agua
entre mis brazos.
Es un ángel me pregunte
a de serlo dijo mi corazón
es tan suave su gesto
que me invita a darle un beso.
Eres tu mi amado
un genio enfrascado en una botella,
cumplirás hoy los deseos de tu princesa
o sera mañana en la primera luz del alba.
Sea cuando sea
seré tuya siempre
aunque desaparezcas al llegar la noche.