En dónde están los poetas,
los que un día plasmaron sus letras
y sembraron en el alma
semillas de añoranza.
Vertieron en el lienzo...
lágrimas y sufrimientos,
dichas y ardores
de aquellos amores
que van por el tiempo.
En dónde están, no los veo,
¿por cuál paraje se fueron?
yo los extraño a todo momento.
¡Qué tiempos hermosos!
al trote las horas corrían
hasta que el alba abría,
ni cuenta nos dábamos
qué ya amanecía.
Entusiasmados, leyendo poemas,
no sentíamos sueño ni penas.
El alma vibraba con cada metáfora,
el alma vibraba con cada fonema,
la inspiración llenaba
el espíritu, cual si fuese ánfora
que con nutrientes de versos llenaba.
El cielo se abría, la oscuridad moría,
la luz iluminaba los ojos de aquellos
que siempre estuvimos
leyendo las rimas.
¡A dónde están los poetas!
Unos se fueron esporádicamente,
otros se marcharon para siempre…
¿Aquellos amigos, adónde habrán ido?
¿Será que el foro no encontraron abrigo?
¿Será que sus letras muy poco leímos?
Con pasos furtivos sin pena ni gloria,
se fueron despacio, llevando sus letras...
¡Muy triste me quedo...
con esa congoja sembrada en el alma!
Por aquellos amigos, que un día estuvieron,
fugaces pasaron dejando la lumbre
igual que un cometa...
ya nadie comenta
sus versos sentidos,
¡Aquellos poetas...
ellos... ellos... se han ido!
Felina