si mi pecado fue
permitirle entrar
a usted caballero,
por sus bellas palabras
de tan hermoso ser
y sentido del humor,
entrar en mi hasta
hacerme creer
que todo es posible,
que lo importante es el hoy
pero no es tan malo
pensar en mañana...
pues me declaro pecadora
y no me arrepiento por serlo.