Yp no podría jamás dejarte ir,
verte de espaldas mientras te alejas
sabiendo que nadie, por màs que yo quisiera
ocuparà tu lugar.
Yo no podrìa jamàs, dejar a otro
morir de amor, de amor de mi,
de mis sonrisas y mis tristezas
o de mi risa ni mi calor.
Yo no podrìa jamàs olvidar
lo bien que se sienten tus manos,
y còmo tus labios se pasean
por mis septentriones y mis laderas.
Yo no podrìa jamàs
dejar mi adicciòn por la humedad de tu lengua,
por esos roces tan suaves, tan blandos
sublimes. . . esporàdicos, dignos de Dios y de todos los àngeles.
Yo no podrìa jamàs dejar de querer
tus remotas caricias internas,
con las que observas y mides
el tamaño de mis sonrisas.
Yo no podrìa jamàs sentir
otra flor, otra estrella
otra vida que no seas tù.
Yo no podrè jamàs siquiera intentar olvidarte...
Nunca.