"Quiero que tu tiempo me dediques,/ la humanidad más en ti creerá,/ pero no que me prediques/ y sea sólo bla bla bla...".
No acepto que se aprovechen de mi fe
y que por cuenta de eso me manipulen,
en lo que yo he de creer al final creeré,
no importa lo que al respecto especulen.
Me disgusta ver hablando de humildad
a quien entre muchas riquezas se mueve,
sabe de los duros golpes de la realidad
pero al parecer, ya esto no lo conmueve.
Sólo algunas cosas provocan sus enojos
y en algunas no lo niego, su razón tiene,
pero molesta mucho que cierre sus ojos
cuando ya lo que sucede no le conviene.
Debía ser en verdad, receptor de cariños
y que su alma hacia ese objetivo se abra,
no ocultar los abusos sexuales a los niños
y darle mucho más valor real a su palabra.
Preocuparse por actualizar más a la Iglesia,
siempre en cosas así suele quedarse corto,
que deje de tener respuesta absurda, necia,
para asuntos como el celibato y el aborto.
No queremos más oraciones nunca sentidas,
deseamos que haga el bien sin mirar a quién,
que llene de amor y de justicia nuestras vidas
y que entonces todos podamos decir “amén”.