Espejos que se proyectan
hasta el infinito,
con amantes que se proyectan
hasta el infinito.
Gemidos... rostros...
sensaciones que se pierden
en el universo...
en la Ley del Eterno Retorno:
Una mano que por siempre
caerá sobre los mismos senos...
una lengua que por siempre
buscará la misma boca...
unos cabellos que por siempre
le acariciarán la cara...
una danza que por siempre
conservará la misma melodía...
No importa si en horas,
ese mismo cuarto
quedará vacío...
no importa si vendrán
otros amantes...
Ellos quedarán ahí por siempre...
eternizados en ese instante...
Ellos...
bebiéndose...
lamiéndose...
degustándose...
brindando por el tacto y la piel...
desnudez de huérfanos del sexo...
por los siglos de los siglos...
amén...