Que me deje de embromar
que nada cambiará,
que no soy el padre del portal...
Que cada quien haga su juego
que en sesenta mil
puede haber unos mil
que de poemas... cero...
Que solo buscan seducir al bueno...
Que... ¿Qué me importa?
Que cada quien cuide su torta,
y donde apoya el cuerpo...
Solo les digo...
mejor no, que lío...
No sigo con la milonga...
me voy a cuarteles de invierno,
donde nadie engaña,
y cada quien cuida su sueño...