¡Ya amanece!
ya el cielo se aclarece y el sol está postrado,
ya el canto de los gallos con el alba ha comenzado,
y la luna se ha dormido, nuevo dia aparece.
Las flores exaltan estético encanto,
el olor de la mañana se dispersa intangible,
y las aves trinean alegria en sus cantos,
no hay un ruido improviso, ni un eco inaudible.
El campo viste un dia sonoro,
el horizonte radiante se viste muy veloz,
y el sol ya se asoma en su carro de oro,
¿quién hará todo esto si no fuera mi Dios?
¡Mira el cielo como brilla! ¡mira el árbol como crece!
mira el campo como exalta su figura hecha de rosas,
no hay un dios que haga tanto, y que en todo se aparece,
desde el cielo hasta los mares, y hasta en simples mariposas.
¡Que hermosura!
que aprecio de ternura para aquel que a diario insiste,
en pensar en la locura de decir que Dios no existe,
¿quién podrá vestir al campo como el mismo Dios lo viste?
¡Ya no ignores!
no desprecies a las flores que te manda en primavera,
no hay nadie que viniera para hacerlas florecer,
y si piensas que a Dios no hay nadie que le viera,
solo sal un dia afuera a mirar amanecer.
DAVID GARCIA (De Rey de reyes)