Despierta estirando sus brazos
como una enredadera se cuelga
sobre los horizontes de los ventanales
tímidamente acaricia mi piel
con sus rayos el tibio amanecer.
Deshojo pétalos marchitos
uno a uno se entrelazan los capítulos
como sacrílicos poemas intento
hilvanar coherencias de todas mis nostalgias.
Por la calzada irrumpes solapada los encajes
entumidos de mis pensamientos,
apesadumbrado veo como las arrugas de mi frente
cuentan por si solas tantas historias que deambulan
por las veredas de mis raciocinios.
Si hoy mismo acabo de ponderarte
de subirte al pedestal de mi corazón
de izarte la bandera de tu triunfalismo
para contarte para el alivio de tus egos
que plantado en el ocaso de mis últimos alientos
aquel amor precoz que mi juventud vivió
a perdurado los embates del tiempo…del olvido.
Podrán ser añejos y endebles mis intentos por asir
las escenas por mi mente torpe
mas os digo vida mía
que vivirás hasta que caían rendidos mis ojos
en el sueño eterno de mi oscuridad.