Caminaba por la vida
con los ojos cerrados,
confiando solo en ellos,
confiando a cada paso.
No conocía ningún quebranto,
no sentía ninguna pena,
mi mundo era tan solo
una burbuja de belleza.
Me protegieron mis días,
velaron mis sueños,
haciendo de mi,yo creo algo bueno,
ahora que los recuerdo
más los llevo dentro.
A mi padre por desgracia,
ya no lo tengo,¡cuánto lo extraño!
a mi madre la disfruto
día a día,cada momento que puedo,
es mi gran amiga.
Yo los veía enamorados,
siempre juntos...mi par de estrellas...
tanta cordialidad que reflejaba,
que se sentía en casa.
Gracias a Dios mio,
por haberme permitido
tener unos padres
tan hermosamente buenos.
Sólo espero como hija,
merecer tanto cariño
que tuve y que hoy tengo.
YOLANDA BARRY.