Frances Villa

Soledad

De a poco me quedo solo. No imaginaba un final así. Pero he de bajar de mis nubes y decir que esta es mi vida y esto es lo que soy!

La verdad es que no puedo entenderme. En mis manos esta la posibilidad de la felicidad y me niego a aceptarla. Me niego a creer que soy digno de tan bello placer. Tan bello regocijo.

Que una mujer me encanta, eso esta en boca de toda mi comunidad. Que "yo" a ella no le agrado, también. Que hay doncellas que quieren estar conmigo, lo se. Pero que yo quiero a solo una, también.

A todas les digo no. Y hablo de ella (la que me encanta) en todo momento. Y en todo momento una nueva doncella me deja de lado y asume que “estoy loco”. Las espanto con mi “endemoniada idea” de que no existe alguien mejor que ella.

Nadie puede comprenderme. Nadie quien no sepa que es esperar sin encontrar... me comprenderá. Nadie que no sepa que es dar sin recibir... me acompañará en mi soledad. Nadie quien no enfrente su peor mal, podrá ser más feliz de lo infeliz que me siento en mi vanidad.

De la mano mía viene mi soledad. Ya no existe fin, solo una eterna espera en la “ermitaña” vida que he de buscar.  Ella se marcha. Ya de mi no quiere nada y eso yo lo he de aceptar. Aunque me duela… me quedo solo por mí “endemoniada idea”… una vez más.