¿Y si eres tú la señal que a Dios pedí?
Si eres la mujer que he esperado tanto,
esa, con quien siempre he soñado,
a quien he amado sin aun conocer,
sin saber si existe, si me amará un día.
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Si eres tú esa respuesta que tanto aguardo,
la que mi lecho reclama cada día, cada noche,
la que mis labios eternamente a gritos llaman;
esa que mis cansados ojos buscan,
que mis temblorosas manos necesitan con pasión.
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Sí! tú eres la señal buscada, la mujer deseada.
Eres mí repetido sueño en soledad.
La dueña de mis angustias, mis desvelos.
Ya tienes que saberlo: te estoy esperando,
aquí, ahora, por siempre, en mi vida junto al mar.
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Tienes que saberlo hoy de cierto.
Porque hoy te estoy aguardando
con mis ojos marchitos y mis labios resecos,
con mis días y mis noches llenos de calor.
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Tienes que saberlo te estoy esperando
en mis tormentosas noches y en mis angustiados días,
con mis mimos, mis palabras, mis mentiras,
con mis versos, mis sonetos… y mis letras con verdad!
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© Armando Cano.