No existen barreras, tampoco peajes. Tu locura se extrema de golpe.
El tanque bien lleno, y no quisiste volver. Te marchaste y nada me dejaste.
Volvés cada noche en mi mente, aterrizás lentamente un vacío en mi pecho.
No te lleves lo poco que tengo mi amor, por favor te lo voy a pedir!
Si desde que te fuiste todo esto es sólo un sueño que me impide estar solo y me ayuda a seguir.
Quiero tener un avión! No me importa si es pequeño. Volando a mil metros de altura esfumarme en tu cielo y poco a poco olvidar que te dí una vez mil canciones, que bebiste la esencia de ellas, y el sol derritió nuestros corazones.
Moraleja de la vida (posible amargo final): si conviertes tus miedos en polvo, tus sueños se harán realidad.
Quiero volver a escribirte sin parar, pensando que esta secuencia no tiene final.
Todo lo que te quiero, todo, te lo daré. Espero que esto sea un mal sueño y volver a tenerte en mis brazos otra vez.
Quiero tener un avión...