…es bueno saber que las tardes de marzo
son extrañas
que mientras sale el sol
la lluvia asecha
pero estando contigo
desde tu beso que se esconde en tu labio
que se te escapa lento
para posarse en mi boca
¡nada cambia amor…!
Ni esta tarde que en su penar me agobia
ni el cielo gris
ni el chipi –chipi- que me moja
miro tus ojos y son arcoíris
bajo esta lluvia tenue.
Desde esta mañana que ha transcurrido bajo tú sombra
entreabres tu brazo para el mío…
Sirves el café y estoy contigo…,
y llega la tarde como un silencio ceniciento
mientras las palabras se nutren
mientras tus manos y mis manos se acarician
pasa el tiempo
y el sol que nos asfixia ya se esconde.
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”