La noche está triste...
tinieblas que vagan sin sentido
corazones resquebrajados por la aflicción
conjogas que horadan lo más íntimo.
Ha sucedido, talvez, de improviso
secuencias irreflexivas que causan heridas
hago un balance del ayer y del hoy
observando cuán grandes mis desatinos.
Creí viable toda situación placentera
me enceguecieron sublimes propuestas
absorbiendo cual ave de rapiña
y socavando mi endeble discernir.
Intensas luchas estoy resistiendo
yerros que afloraron y cuánto duelen
por ello, acudiendo a tus sentimientos
necesito tu perdón...
Perdón que expresará continuidad
perdón que disipará temporales
un manto lunar cobijará nuestro destino
viviendo, amando y gozando hasta el final...!
Víctor Carlos