Nacimiento
Primero fue un manantial
de líquido cristalino,
que avisó de tu llegada,
la sonrisa asomó al rostro.
Era tal la alegría.
Que el dolor no se oía.
Mis sentidos clavados,
en tu causa de vida.
Esperaban ansiosos,
Para ver tu mollera,
Surgir entre pilares,
Del placer de mi amada.
Con tus ojos cerrados.
Sin respirar siquiera,
Ya dabas alegría.
Tu llanto, abrió mi oído.
Tu temblor mi corazón.
Tu chupeteo mi alma.
Como cambiar aquel día,
En que invadiste mi vida...