LAS SIETE PALABRAS
«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»
“Porque no saben lo que hacen, Padre,
Perdónalos”, y júzgalos clemente.
Mas no procede así el juez que arde
En venganza al juzgar a los rebeldes.
No en ignorar la ley busca escudarse
El rebelde que va a juicio infamante.
El supo lo que hacía, y fue implacable
Al actuar contra el orden imperante.
No por juzgar con virulenta saña
Al rebelde que emprende su campaña
En pos de paz, justicia y equidad,
Vendrá el progreso a la enfermiza patria
Si sigue gobernándonos la infamia
De los corruptos y su iniquidad
«De cierto te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”
De regreso a la vida en sociedad,
Así al rebelde el gobernante dijo,
Pero pronto su vida cesará.
¿Por qué si del indulto ya se hizo
Merecedor las armas al dejar,
Se le sigue tildando de insumiso
Intolerantes los que arriba están?
Perdonar no es tan solo una palabra,
Es también que las puertas se le abran
A quien andaba del redil lejano.
¿Por qué, pues, al rebelde redimido
Se le sigue tratando cual bandido
Y objeto es de ultrajes inhumanos?
«Mujer, ahí tienes a tu hijo», y al discípulo: «Juan, ahí tienes a tu madre».
Vuelve con tu familia hombre rebelde,
Disfruta de tu madre, padre, hermanos,
Vuelve a tu sociedad que verte quiere
En su seno, como un buen ser humano.
Y vuelves y si intentas rehacerte
Y retomar derechos ciudadanos
Y quieres en la lid volverte a verte
Representando bien a tus paisanos.
Los corruptos de siempre que le temen
A tu palabra porque quema y treme
Con verdades, denuncias y exigencias,
Intentaran callarte con injurias
Llamándote inmoral, porque con furia
Combatiste al Estado y su violencia.
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
Así clama en la selva el secuestrado
De vejámenes víctima y del miedo
De ser por su captor asesinado
O en un rescate muerto entre dos fuegos.
Será que ya nos tienen olvidados?
Hasta doce años de la selva al medio
Llevamos ya y parece que al Estado
Poco le importa nuestro cautiverio.
De los captores, el escudo enhiesto,
Para el gobierno somos el pretexto
Para seguir en esta guerra inútil.
El gobierno no acepta que hay conflicto
La guerrilla no cede ni un poquito,
Y el secuestrado como idiota útil.
«Tengo sed»
Tengo sed, hambre y frío, y sueño tengo
Dicen los hijos de los desplazados,
Y ellos se miran con dolor intenso
Y lloran en silencio, derrotados.
Ellos vienen de ser bravos labriegos
En tierra propia donde habían sembrado,
Semillas de progreso y en sosiego
Vivian de sus cabras y el arado.
Ellos son desplazados por violencias
Que dejaron crecer con indolencia
Gobiernos pusilánimes, pacatos,
Y en el presente con feroz vehemencia
Un guerrerista que en venganzas piensa
Inténtala frenar, pero sin tacto.
«Todo está consumado»
Todo está consumado en esta patria,
Donde todo lo bueno que existía
Cayó rendido ante la infame mafia
Que gobierna, legisla, lleva y guía,
Los destinos del pueblo a la desgracia
Con la anuencia de quienes a porfía
Con su doble moral hacen ganancias
Y al pueblo ofenden con sus felonías.
Todo está consumado, pues más bajo
No se puede caer cuando el trabajo
De quien legisla es darle garantía
A poderosos para que atesoren
Mas riquezas, no importa que devoren
Al pueblo que es más pobre cada día.
«Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, mi alma y mi cuerpo»
Fernandocardonakaro