Fernando Curiman

De vez en cuando.

De todas formas el cielo nunca es demasiado profundo

Como para nadar en él de vez en cuando.

Sacar desde el fondo

Con las manos temblorosas:

Una estrella de montaña,

Y una vela candorosa.

Para entibiar de vez en cuando

Las paredes congeladas

De mi mente y mis entrañas.

 

De todas formas el cielo nunca es demasiado profundo

Como para morirse de vez en cuando.

Con la boca polvorosa,

Y un cometa en los bolsillos.

Con la ropa hecha jirones

Dormitando entre arrecifes.

 

De todas formas el cielo nunca es demasiado profundo

Porque su noche tiene al fondo un ritmo 

De parpadeo y reloj eterno,

De suspiro y mosca dormida