Acaricia mis ansias descorriendo sentidos,
refrescando mis palmas en amor resumido,
humedece mis ojos en torrentes fluidos,
resembrando mi alma, con amor florecido.
Acaricia mis huellas y mis sueños dormidos,
despertando en silencio, respirar renacido,
descolgando del viento, matinales sonidos,
polvaredas que el tiempo, sepultó en olvido.
Acaricia mi mente de ideales vertidos,
que en debate silente, el amor compungido,
se desgarra valiente en dicientes latidos,
y en melódicos ritmos, todo toma sentido.
Acaricia mis labios, anunciando gemidos,
paladeando momentos de sabor conocido,
purifica con besos, sentimientos floridos,
perfumando deseos del corazón henchido.
Acaricia mi cuerpo, mis ojos, mis oídos…
Acaricia mi ser, a tu cuerpo adherido,
recoge con tus manos deseos esparcidos,
deseos que en mi alma, sólo por ti han surgido.
Acarícieme toda, aturde mis sentidos,
llenando cada poro, de amor hoy resurgido,
exfoliando secretos, sonriendo complacidos,
sudando del instante, cristal en luz pulido.
Acaríciame el alma hasta quedar rendidos,
y digitando abrazos, nos miremos sin ruido.
Que se cansen las ganas, de sabernos queridos,
que futuras mañanas, iluminen el nido…
Acaricia a la vida que nos mantiene unidos,
acaricia ésta historia, éste amor, complacido,
que agradece los a sueños, los deseos cumplidos,
y que busca del otro, no sentirse servido…
Acaríciame a solas, sin prisas o descuidos,
y desnúdame el alma, sin rozar mi vestido,
y dejemos los cuerpos sobre tiempo tendidos,
hermanar sentimientos, en abrazo fruncido.