Miserable máquina de desechos!
Donde queda tu vanidad siniestra?
Sentada sobre un retrete solitario y frío.
Defecando tus silencios;
Defecando tus supuestos:
Defecando tu” belleza “(admirada y remarcada por miles; deseada pero restringida tu línea a la mirada de muchos).
Ahora expuesta a la burla del suscrito, que sin atenuantes ni pudor, acaricia tus partes más íntimas.
Sin ser nadie (pero si cómplice) sentencia tu voluntad, y la angustia del momento,
Lo convierten en rey sin serlo.
Testigo de tu condición humana, escucha en su silencio,
Como exhalas deseos de amores frustrados
Angustia de proyectos callados
Rencores de dolores vividos.
Hermosa máquina de desechos,
Perfecta máquina de sonidos
Donde queda tu arrogancia y tus hechos?
El poder o el dinero; la belleza Y la gloria
Declinan en su hades, con pretensiones mortales.
Las reinas por ser reinas con su belleza perfecta.
Los reyes por ser reyes con su poder y codicia.
Prepotentes máquinas de desechos!
Sentados sobre un retrete solitario y frio,
Defequemos nuestros miedos,
Inmundicias y venganzas, sin ser blancos sin ser negros.