Afuera espejea el mar:
demasiados espejos
inventando ciudades sobre mi cuerpo,
amarrados los dos
bajo la desnudez de los relámpagos.
Quiero ser sólo mar,
donde se ahoguen gozocísimas
tus alas predispuestas a todos
los enjambres despiertos del rocío.
Quiero ser aún más, más que mar…
Para que todo me arrastre hacia ti,
como una gaviota desbocada,
que por donde pase
sigue inventando el cielo.
Porque yo necesito no ser yo
sino mar tembloroso entre tu noche.
Tan sumergida estoy en ti,
ah, porque algo de humedad
necesita mi cuerpo.
Si, travestida de mar y de mar…
Para fingir que no estoy sola…
Este es mi afán amor, seguir desnuda
contando las bandadas que dejaste
en mi sangre besándote y besándote.
¡Al fin seremos mar!