Virginia de Albán

TRAVESTIDA DE MAR

 


Afuera espejea el mar:

 demasiados espejos

inventando ciudades sobre mi cuerpo,

 amarrados los dos

bajo la desnudez de los relámpagos.

 

Quiero ser sólo mar,

donde se ahoguen gozocísimas

 tus alas predispuestas a todos

los enjambres despiertos del rocío.

 

Quiero ser aún más, más que mar…

Para que todo me arrastre hacia ti,

como una gaviota desbocada,

 que por donde pase

sigue inventando el cielo.

 

Porque yo necesito no ser yo

sino mar tembloroso entre tu noche.

Tan sumergida estoy en ti,

ah, porque algo de humedad

 necesita mi cuerpo.

 

Si, travestida de mar y de mar…

Para fingir que no estoy sola…

 

Este es mi afán amor, seguir desnuda

contando las bandadas que dejaste

en mi sangre besándote y besándote.

 

¡Al fin seremos mar!