Rosa Mejía

No hay nada como tú

Nada como los besos

fascinantes de tu boca.

Nada como el misterio

de tu mirada tentadora.

 

Me robas un te quiero

y luego te sonrojas.

Me dejas sin aliento

y después me amas toda.

 

Nada como el silencio

ardiente como tu sombra.

Nada como el recuerdo

de tu alma soñadora.

 

Me piensas y te pienso...

entre la gente que está sola.

Nada se compara a tu sonrisa

que me acompaña a cada hora.