Vuelan los acumulados impulsos
a través del compás del tiempo,
atrapados en efímeras sensaciones
que yacen silentes a tu lado.
Sin apenas poder despertar
de tantos sueños acunados,
entre espumas del desconsuelo
y aromas de esencia olvidada.
Perdidos entre suspiros improvisados,
condensados en lágrimas perdidas
que se evaporan en la mañana
tras el oculto reflejo de la luna fría.
Que tan solo deja rastros dormidos
entre los surcos de tus manos
y sombras de dudosa apariencia
revoloteando ante tu mirada.