Fue ese día de cielo nublado
que cobijé en mi alma un amor imposible
de una niña de beso tierno y dulce
que me mostró un amor transparente sin prejuicios
La renuncia por ella no cabe en mi corazón
que mi razón se empeña en lograr por el bien de ella
y por lo niña que es y yo un hombre cansado
esa mujer de mil sueños llegaba a mi vida
al borde de mi existencia huérfano de cariño
la busqueda incesante y las noches sin caricias
había acabado por la presencia de aquella que esperé
Una sonrisa, una voz suave susurrante
un cuerpo de diosa en el cuerpo de una adolescente
con los ojos divinos tiernos y dulces
que hechizaba en la primera mirada
la inocencia sin malicia y un amor puro simple
sin barreras de edad, tiempo ni condiciones
la entrega absoluta razonada de un sentimiento bello
doblegaron mi resistencia a amar nuevamente
después de pasar senderos cruentos y oscuros
se mostraba mi nuevo y último horizonte
asomando una felicidad incoherente sin mañana
con la llegada del rostro de la vida
que merecía cada día un ramillete de rosas por adorarla así
Mis amaneceres se inundaron de luces y esperanzas fugaces
mis días se transformaron en un torrente de emociones no contenidas
la alegría y la risa asomaron mostrando la intensidad de mi amor por ella
el ayer fue historia borrada por la mano de mi angel
la tristeza se alejó dando pasó a la esperanza de una vida sin destino
vivirla a plenitud sería la meta impuesta para ambos aún siendo irreal
el mañana es desconocido no existe no llegará
el tiempo se detuvo para siempre a pesar de que pasen los días
mis sentimientos y los de ella sobrepasaron la barrera de lo imposible
Un día talvez ella cuando esté ya sola
recuerde a quien demostró tanto amor dedicación y cariño
los días serán vacíos con la imagen imborrable de aquel que vivió por ella
y una lágrima mojará el suelo donde quede para siempre su poeta de la flor
dedicada a ti
fue un siglo sin ti
de: Victor Hugo