Crisis demencial en tu espejo roto.
Mirando alrededor vas volviéndote loco.
Es tarde, podés entender que estás solo.
No existe otro cristal más que el de tus ojos.
Un dedo apunta directo al punto rojo.
Creés que podés perder, pero eso es muy poco.
Tu táctica siempre fué apostarlo todo.
Medianoche...la luna y el sol haciendo el amor.
Y salís, sí, pero sólo es para esconderte.
Vas a ir juntando restos de tu suerte.
Tu cabeza a rodar en el juicio final
(sin lágrimas para llorar te van a indagar).
No te preocupes, no es sólo dolor y perdón.
Son las luces que encandilan tu interior.
Corre el tiempo y tu espejo sigue igual.
Las marcas que tu alma no puede borrar.
Y no existe otro cristal más que el de tus ojos.
Tu táctica siempre fué apostarlo todo.
Creés que podés perder, pero eso ya es muy poco.
Medianoche...la luna y el sol haciendo el amor.