Hijo siento el agobio entre tus pasos,
y por eso no pienso lo que tus palabras
transformadas en algún momento no hablan de nada,
palabras que vuelan entretenidas por esos caminos
vacíos y endurecidos al orden del día.
Pero nunca olvides que tus sentimientos de amor
existen y existirán porque naciste de ellos,
y ellos nunca pierden la oportunidad de comprender el amar,
en ningún camino del mundo, solo son interrumpidos
entre pensamientos del paso duro de la vida y de las calles...
Hijo mira, escucha y deja de tu adentro correr esos sentimientos,
como viento embravecido, solos esparcirán en su esencia completa,
de esos pensamientos que confunden la mente,
para saber mas de ti, de tu madre, y de tu sangre,
aunque vivas entre corrientes y mareas de calles,
alcanzaran firmes sin interrumpirte,
en esos sentimientos fuertes de adentro.
Y seguirás caminando al igual pero viendo
entré cortinas de afuera el paso de las calles,
donde nos enseña la vida a sobrevivir a lo largo del tiempo,
tendrás respuestas de tu camino y de tu corazón,
para todos los que te aman, y los que a veces se olvidan de amar...
Hijo nunca de tu de amor te alejaras
entre puertos de ningún camino,
que en verdad hablen mas o menos de amor,
porque tu madre escribió estas letras de su corazón,
para recordarle a tu corazón, que nunca olvide
que todo corazón tiene paso abierto al amor,
sobre todas las cosas, aun sabiendo
que todo de amor en su paso tiene dolor.
Y también sabrás de su reconocimiento engrandecido de amar,
y de su herencia, aun reconocida en el momento como empobrecida,
en el tiempo en su cuidado madurara, enriqueciendo
tu camino y el de los tuyos que es el mío...