LAS LAGRIMAS DE CRISTO
Penetrante los abismos,
secos están los océanos,
gime un niño atormentado,
despojado de amor
Desespera la gaviota,
buscando cielos con sol,
la tierra está vacía,
desordenado el silencio
El viento perdió su rumbo
y añora las espesuras
No hay una luna lechosa
a quien canten los poetas
¿Dónde está la perfección
del mundo que nos crearon?
Llora el sufriente Cristo
por tan triste ingratitud
Sus lágrimas son perlas
de muy valioso tesoro,
tomaré para mi vida, una,
entonces habré despertado
TERESA TERNAVASIO