No olvides mis manos que tocan tu cuerpo
En tus praderas de gorriones alegres
No olvides mis versos que intentan hablarte
Entre tus muslos de ardientes ilusiones
No me olvides, recuerda mis brazos
Aferrándose a tu bosque de frutas eternas
Escarbando en tus senos de néctar
No olvides mis dedos deslizándose en tu pelo
Entre esos hilos de estrellas fugaces
No olvides mis ojos enamorados
Que observan con deseo a tus labios
No me olvides, recuerda mis besos
Lamiendo tu lengua de pasión
Ahogándose en tus aguas
No olvides mi vida que me entregué para ti
En tus colinas de lunas rojizas
No olvides mi alma cantando en tu oído
Para alegrarte con sonrisas
No me olvides, recuerda mi sangre
Derramándose en tu piel
Muriendo de amor por ti