A mí me gusta mirar
de la playa sus paisajes:
las olas que vienen y van,
dando a la orilla masajes.
Ese oleaje tan bonito
que llega hasta la arena,
le da salados besitos
y ella dormida se queda.
Voy a escribir un poema
y ya ustedes verán
mis versos serán arena
y ustedes las olas que van.
Alejandro J. Díaz Valero