Oscar Perez

De un solo tajo

De un solo tajo

 

No cabe duda de que el tiempo pasa

por dentro, por encima, por debajo,

hora tras hora sin pausa ni atajo,

día tras día y que nunca se atrasa.

 

Eternos se han creído en esta plaza

el mártir, los amantes, los de abajo,

los ricos, los humildes, los que trajo

la parca a sonreír de casa en casa.

 

De pronto acaba todo, fuego y brasa,

ceniza, resplandor, canto y badajo,

alarma y salvación, todo se arrasa.

 

Y no queda ni el sol, se fue de cuajo,

ni la mano que alzó recién la taza

para esto comprender de un solo tajo.

 

28 03 12