Es el mes de la primavera, es el auge del romance
Y del murmullo de la espuma, allí está sensual
Recostada afrodita
sobre un lienzo blanquísimo con su cuerpo esbelto
mientras las flores se engalanan en su alisado pelo
como me hierve el abdomen mientras recorro sus curvas
intentando mirar sus ojos pero ellos se duermen
como anunciando su inocencia
o ignorando el inoportuno escenario
ella merecía un palacio
no las ruinas de un nido comunitario
en su mirada que lo despierta todo
está el balcón con un paisaje de coloridas rosas
en su rostro se ve la elegancia del mes de abril
si, mes de afrodita, mes de las mieles y de la espuma
Insignias que a ella le adornan
y que a mí me alelan,
¿donde estas?
¿por qué se alarga el infausto marzo?
Por qué no vienen tus lluvias a retoñar mi poesía
Ni una gota humedece las cenizas que dejó el verano
Ven y devuelve ese arcoíris a mi cielo
Por donde se deslizan las musas a granel
Ven a ser la dueña de mi canción urgida
Ven y dime que aún me quedan primaveras
Que hay abriles esperando por mi tinta
Ven e inunda mis torrentes con tu rocío
Trae tu risa que contagia la mía
Y tu vientre que estremece mis apetitos
Ven abril y cuéntame tus mentiras
Mi celestial ilusión, mi dulce agonía
Húndeme en tus profundidades
En tus montañas déjame perder el rumbo
Hazme errante en tu cintura
Y oculta con tus nubarrones las estrellas
Para que nunca pueda hallar la salida
Ahógame si quieres en tus aguas que allí estaré
Perpetuamente enamorado, aunque no viva
Porque es tuya mi vida como tuya la primavera
Ven y sálvame de la terrible resequedad
Que me dejó tu silenciosa partida.